Utilizados en la meditación, provocan sonidos únicos y ricos en armonía que son capaces de llevar al cuerpo a un estado de absoluto bienestar y paz.
También son utilizados muy frecuentemente en ritos ceremoniales, viajes astrales, el despertar de la conciencia y la terapia de enfermedades tanto a nivel físico, mental, emocional y equilibrio de chakras.
Los cuencos tibetanos “normales” están formados por la aleación de siete metales: oro, plata, mercurio, estaño, plomo, hierro y cobre y se forjan de manera artesanal.
También existen cuencos de cuarzo, cuarzo transparente, olivino y moldavita.